La Sala Fría (“Frigidarium”) es una especie de vestíbulo que servía como sala de masaje y de aclimatación al entrar o salir del baño.
Tiene una pileta para las abluciones.
El sentido religioso del baño justificaba este ritual, aunque no siempre era obligatorio.
La cerámica morisca en la pared de la pileta representa en abstracto un reflejo de agua.

Sala Fría de los Baños Reales de la Alhambra
Además de las abluciones rituales obligatorias, el baño de la Sala Fría forma parte muy importante de la vida de un musulmán, ya que es costumbre levarse antes y después de las comidas, cuando se toca un objeto sucio, después de una secreción corporal, antes de coger el Corán, etc.
Lavar los ojos hasta la frente,
boca hasta el cuello,
manos hasta los codos,
y pies hasta los tobillos.
En la historia del Islam, después de la mezquita, el baño público sirve de eje a la vida social e influye en el urbanismo medieval como equivalente de la plaza en occidente o ágora clásica.